Llevo una semana que no puedo ver tranquilamente la televisión. No hay manera de estar media hora perreando delante de la tele sin tener que soportar un villancico, un anuncio de turrones o juguetes, una encuesta sobre que compra la gente, un consejo sobre que regalar o chorradas por el estilo. Puro spam televisivo.
Pero entre toda esta cursilería hay algo que me obliga a cambiar automáticamente de canal: las "campañas solidarias" y los "telemaratones" que prometen ayudar a mejorar el mundo. "Apadrina un chinito", "Lucha contra la injusticia", "Stop al hambre", "Escuelas pa tos", "Medicinas para el Tercer Mundo", "Contra la gripe aviar", etc...
Aprovechando el periodo navideño apelan a nuestras conciencias para que donemos parte de nuestros ahorros a tipos que no conocemos para que ayuden a gente que tampoco conocemos. Para captar nuestra atención(=dinero) buscan a famosos de todo pelaje que nos hagan llegar sus mensajes solidarios. Y la gente pica y afloja la pasta porque lo dice el famosete y es para una buena causa.
¡Pues me cago en los telemaratones y las ong's! Estos montajes solo sirven, en el mejor de los casos, para poner una tirita en la enorme brecha de la desigualdad económica. Los verdaderos beneficiados con estas campañas son las ong's, los famosos, las televisiones, las empresas que participan, las mafias locales y si me apuras hasta las personas que hacen sus donaciones.
Las ong's consiguen pasta mantener sus estructuras. Los famosos y las empresas que participan (televisiones, compañías aéreas, operadoras telefónicas, etc...) mejoran su imagen pública sin gastarse un duro y se aseguran así jugosos contratos en el futuro. Las mafias locales no perdonan la "mordida" por permitir actuar a las ong's. Y finalmente los donantes lavan sus conciencias porque una vez al año se sienten mejores personas al "ayudar a los necesitados" (que son necesitados porque viven en países explotados directa o indirecatamente por el Primer Mundo que dice ayudarles).
Sinceramente, ¿qué diferencia hay entre ésto y las cuestaciones para los pobres de solemnidad que montaban antiguamente las señoronas de clases pudientes? ¿O con la ya olvidada costumbre navideña de "siente un pobre a su mesa"? Visto con perspectiva, por lo menos aquellas señoronas se acercaban físicamente una vez al año a las personas que ayudaban. Se dignaban a mirar a la miseria cara a cara. No como los solidarios de VISA o SMS de nuestros días.
Un ejemplo de este tipo de campañas: "Un juguete, una ilusión" , presidida por la infanta Elena de Gorrón, y presentada por Fernando Torres y Rafa Nadal. Tres personajes que sudan euros (llevan gafas de sol o teléfonos móviles que no se pueden comprar con la nómina de un mileurista) nos dicen que muchos niños serán felices si compramos un bolígrafo de colorines. Y para dar brillo y esplendor a la cosa TVE monta una gala para promocionar el tinglado en la que actúan más famosetes que no cobran pero que tampoco sueltan un euro.
En serio, ¿hay gente tan gilipollas que se traga todas estas chorradas? ¿O es qué tenemos la conciencia tan sucia que necesitamos creernoslas? ¿Por qué no ponen los famosos y las empresas la pasta y nos dejan a los curritos en paz?
Para finalizar citaré a un prestigioso estadista: ¡Anda a la mierda!
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jueves, diciembre 14, 2006
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1 comentario:
Te has olvidado de quien se lleva la mayor tajada: el banco donde se hacen los ingresos. Hijos de puta!
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